Jonathan Strange y el señor Norrell
A veces ocurren cosas extrañas. Te das una vuelta por tu librería habitual para chequear novedades. Ojeas las estanterías, miras precios, vas a la sección de cómics, a la de prensa y vuelves a mirar libros. Y todo el rato tienes la sensación de que alguien silba. Ese tipo de silbido de quien intenta pasar desapercibido pero no puede dejar de llamar la atención. Miras a tu alrededor y, por supuesto, nadie silba, está todo en tu cabeza. De repente tus mirada se posa sobre un tocho al que no habías prestado atención y en tu cabeza, por debajo del silbido, oyes un susurro: "caliente caliente". Y, cuando ves que es un libro del que Neil Gaiman dice que es "la mejor novela fantástica britanica de los últimos 70 años", descubres que hay libros que saben hacerse los interesantes, yJonathan Strange y el señor Norrell es uno de ellos.
La novela, ambientada a principios del siglo XIX del milenio pasado, nos explica cómo regresó la magia a Inglaterra tras varios siglos de ausencia. Y lo hace durante la friolera de 795 deliciosas páginas sin inmutarse, como si reescribir y reinterpretar una década (la narracion comienza a principios de 1807 y acaba en 1817) entera de la historia de Inglaterra mezclando acontecimientos reales con hechos absolutamente fantásticos y conseguir que todo resulte absolutamente verosimil fuera lo más fácil del mundo. 795 páginas llenas de señores elegantes tomando el té de las 5, batallas contra el ejército de Napoleón, hechizos que no siempre funcionan de la forma esperada, duendes, tratos poco meditados que acaban en tragedia, tenebrosos paseos por Venecia, la aparición como estrellas invitadas de Lord Byron y el rey Jorge III entre otros y muchas más cosas, explicadas todas sin prisas pero sin pausa, sazonadas con un puntito de humor muy agradable y sin menospreciar la inteligencia del lector en ningún momento. Y, como sin pretenderlo, se van deslizando cuestiones que uno no esperaría encontrar en una historia de fantasía, tales como la censura o el control de la información, sin que en ningún momento tengas la sensación de que te están sermoneando, ya que todo forma parte de la historia que nos están contando.
Pero lo mejor de todo es la increíble cantidad de diversión que proporciona. En ningún momento se hace pesada, y la mayor parte del tiempo es sumamente entretenida. Atrapa desde el principio, y mientras dura sabes que, en realidad, las cosas sucedieron así. Es tal la profusión de detalles históricos y costumbristas que acabas creyendo que todo lo que cuenta el libro tiene que ser necesariamente cierto. Y si queda alguna duda las apoteósicas notas a pie de página (casi otra historia dentro de la principal) acaban por disiparla completamente.
La autora, Susanna Clarke, afirma que dedicó 10 años de su vida a escribir ésta novela. Yo me lo creo, y le agradezco de todo corazón cada uno de los segundos que pasó trabajando en esta novela maravillosa. No sé si realmente es la mejor fantasía de los últimos 70 años, pero sí que ha entrado disparada en mi top 5 de favoritas.
Al fin y al cabo no hay demasiados libros realmente mágicos, y éste lo es.
23.2.06
Publicado por Juanma Sincriterio a las 6:22 p. m.
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3 comentarios:
Te felicito. Te has estrenado de maravilla. No conocía la novela de la que hablas, pero resulta muy interesante saber lo bien que has escrito sobre tu apreciación de ella.
Uff, desde febrero con este libro en la cabeza, ayer por fin lo compré, casi cuatro meses que lo llevaba apuntado en la cabeza, fui a por él directamente, para regalo de cumpleaños de uno de mis hermanos. Menudo tocho!, pensé, me va a matar cuando lo vea, pero qué va!, abrió los ojos sorprendido y me dijo: esto tiene muy buena pinta.
(Creo que voy a ir a por el otro ejemplar que quedaba en la FNAC)
Je je, sí, es un tocho de impresión, pero estoy seguro de que os va a encantar. Sigue siendo mi libro favorito del año.
Un abrazote!
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