En realidad no hay mucha diferencia entre The Wire y Generation Kill, más allá de las obvias en cuanto a temática se refiere (lógicamente, al compartir creadores). Ambas retratan a un puñado de gente intentando hacer bien su trabajo pese a sus jefes, y en ambas la importancia de la trama palidece frente a la realidad que muestran, una realidad a pie de calle (bueno, de "campo" en la segunda, pero ya entendéis a qué me refiero). En las dos el compromiso con el verismo es irrenunciable, y quizá por eso ambas acaban pareciendo más un documental que una serie de tv. Y en las dos se ve claramente que sus responsables SABEN de qué están hablando.
Si la primera se basaba en experiencias vividas por Ed Burns y David Simon en primera persona, Generation Kill se basa en las experiencias vividas por Evan Wright, un reportero de Rolling Stone empotrado en un batallón de reconocimiento de marines. Los primeros cuarenta días de la guerra. Y para no perder nada por el camino, el mismo Wright se ha encargado de escribir la serie (junto a los dos genios de The Wire). Si en The Wire teníamos a camellos y yonkies reales ejerciendo de extras (incluso a una asesina convicta interpretando a una asesina), en Generation Kill tenemos a dos de los mandos y uno de los marines de aquel batallón actuando y asesorando. Y la veracidad que transmite la serie es apabullante.
Quizá el mayor mérito de la miniserie, la raiz de la sensación de "realidad" que transmite la serie, sea la ausencia de trama. No es que, como he leído por ahí, flojee la trama al avanzar los episodios, es que directamente no importa. Una voz grabada que suena durante los créditos finales del último capítulo nos da la clave: Un marine afirma que "Los medios solo cuentan mierda. Seguro que nadie se atrevería a hacer una serie sobre el día a día de un marine". Porque lo que vemos es no tanto escaramuzas y acciones heróicas sino a un puñado de personas en medio de un viaje (no por casualidad gran parte de la serie transcurre dentro del vehículo en el que viaja el reportero...). Los errores tácticos, las malas decisiones, los bombardeos sobre objetivos civiles y el maltrato a los rehenes, todas esas cosas que hemos ido sabiendo sobre esta guerra están ahí, de fondo. No se nos ocultan, pero tampoco se utilizan como reclamo fácil. A Simon, Burns y Wright no les interesa hacer propaganda de ningún tipo. Con mostrar la cruda realidad es suficiente. Quizá por eso Generation Kill resulta mucho más inteligente, más dura y más difícil de rebatir que cualquier documental que Michael Moore pueda llegar a imaginar.
Si la primera se basaba en experiencias vividas por Ed Burns y David Simon en primera persona, Generation Kill se basa en las experiencias vividas por Evan Wright, un reportero de Rolling Stone empotrado en un batallón de reconocimiento de marines. Los primeros cuarenta días de la guerra. Y para no perder nada por el camino, el mismo Wright se ha encargado de escribir la serie (junto a los dos genios de The Wire). Si en The Wire teníamos a camellos y yonkies reales ejerciendo de extras (incluso a una asesina convicta interpretando a una asesina), en Generation Kill tenemos a dos de los mandos y uno de los marines de aquel batallón actuando y asesorando. Y la veracidad que transmite la serie es apabullante.
Quizá el mayor mérito de la miniserie, la raiz de la sensación de "realidad" que transmite la serie, sea la ausencia de trama. No es que, como he leído por ahí, flojee la trama al avanzar los episodios, es que directamente no importa. Una voz grabada que suena durante los créditos finales del último capítulo nos da la clave: Un marine afirma que "Los medios solo cuentan mierda. Seguro que nadie se atrevería a hacer una serie sobre el día a día de un marine". Porque lo que vemos es no tanto escaramuzas y acciones heróicas sino a un puñado de personas en medio de un viaje (no por casualidad gran parte de la serie transcurre dentro del vehículo en el que viaja el reportero...). Los errores tácticos, las malas decisiones, los bombardeos sobre objetivos civiles y el maltrato a los rehenes, todas esas cosas que hemos ido sabiendo sobre esta guerra están ahí, de fondo. No se nos ocultan, pero tampoco se utilizan como reclamo fácil. A Simon, Burns y Wright no les interesa hacer propaganda de ningún tipo. Con mostrar la cruda realidad es suficiente. Quizá por eso Generation Kill resulta mucho más inteligente, más dura y más difícil de rebatir que cualquier documental que Michael Moore pueda llegar a imaginar.
7 comentarios:
Y ya sé que después de no actualizar en dos mese aquí tocaría un post de "ya he vuelto", "disculpad por la ausencia", "espero que no me hayáis echado mucho de menos"... Pero no me sale. El hecho es que este rincón vuelve a la vida. Por si a alguien le importa.
Saludos a todos!
No la conocía, voy a tratar de verla. Grato descubrimiento. Saludos!
Bienvenido...
Siempre que entraba me encontraba con eso de "Dios ha muerto". Y hoy me he llevado una sorpresa.
Creame... trabajando, este agosto se me ha hecho eterno.
¿Está ya entera la serie? Es para descargarmela toda de golpe (porque no creo que haya planes de emitirla en España)
Saludos.
En España harán una versión ambietnada en Afganistán adaptada al formato estudio con José "cara de no me río" Coronado haciendo de capitán pacifista y torturado por sus recuerdos de Bosnia, Jesús Bonilla como sargento chusquero de buen corazón y Carolina Cerezuela como una atractiva cabo incomprensiblemente maqueada y bisexual. La llamarán "Los pacificadores".
Budokan: Es muy recomendable, la disfrutarás.
Roski: Gracias! Ya ves, las vacaciones acabaron, y el descanso bloguero también. Y un agosto currando... créeme, sé lo que es. Por cierto, por tu culpa me he viciado con ciertos tebeos italianos... ya hablaremos.
La serie ya está completa, con sus subtítulos y todo. Y parece que Canal + la ha comprado para emitirla aquí.
Javier: Jejeje, si es que somos los amos del remake chusco...
Desde hace tiempo que quiero hacerme con Generation Kill, pero su analogía me ha dejado con la mosca detrás de la oreja: debo de ser uno de los pocos a los que The Wire deja frío...
No creo que sea el único, no es que The Wire ponga las cosas fáciles al espectador, con ese ritmo tan pausado (en apariencia) y esa obsesión por mostrar cada pequeño detalle que en cualquier otra serie sería obviado... No sé si será el caso, pero es una serie que pide tiempo y ver varios episodios hasta cogerle el punto.
De todas maneras, lo que quería decir con esa analogía es que Generation Kill comparte obsesión con el realismo que supura The Wire, que no es una serie de guerra al uso en el sentido de que no hay grandes escenas flipadas de combates espectaculares, ni acciones heróicas al uso, sino una visión bastante (a mi juicio) ajustada de lo que debió pasar aquellos primeros días de la guerra. Dele una oportunidad, la merece (y al ser solo 7 episodios el ritmo no es tan pausado como el de The Wire).
Y bienvenido a este poco activo (de momento) rinconcito.
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