¿Qué pasó con la adaptación al celuloide de A scanner Darkly? Parecía que iba a ser una de las películas del año pasado, y lo tenía todo para convertirse en un film de culto: Una estética diferente y rompedora, un guión basado en una de las novelas más personales y duras de, probablemente, el escritor de cf que más fanatismo despierta, no solo entre los aficionados, sino entre el gran público, Philip K. Dick, (hoy se cumplen 25 años de su muerte)... Pero entonces se estrenó en España, duró cuatro días en cartelera, y no debió verla casi nadie. ¿Por qué una película tan esperada (antes del estreno sí que había mucha espectación) pasó tan desapercibida? ¿O tal vez es que confundió demasiado al público?
Resumiendo muy mucho: Una mirada a la oscuridad es la historia de un policía de narcóticos infiltrado en el mundillo yonki. Pero en vez de una peli de acción, lo que tenemos en esta adaptación (y en la novela original) es un retrato casi costumbrista de dicho mundillo. Dick hablaba de lo que conocía, y Una mirada a la oscuridad es una de sus novelas más sinceras y personales. En su etapa freak, Dick vivió tal y como viven los personajes, compartiendo vivienda entre yonkis y colgados, siendo él mismo uno de ellos. La mayoría de diálogos y locuras de la película tienen su origen ahí. El casi accidente de coche, los coqueteos con traficar, la novia a la que no interesa el sexo, la sospecha de tener un policía infiltrado entre ellos, la sombra del centro de desintoxicacción... Hasta la demoledora lista de damnificados por las drogas que aparece al final de la película es real. Adivinad quién es el Phil de los daños pancreáticos permanentes... Todas esas cosas extrañas que ocurren en la película las vio Dick con sus propios ojos. Algunas las vivió en primera persona. Para alguien que espere algo parecido a las anteriores adaptaciones de Dick será chocante esta aparente sucesión de escenas de colgados diciendo y haciendo locuras.
Aunque muchas de las escenas, con esos diálogos desquiciados, son realmente cómicas, la sensación que se impone según transcurre la historia es la de desesperación. La sensación de que no hay salida se intuye ya desde el principio, cuando el poli, dando una conferencia sobre lo malas que son las drogas, y lo malvados y avariciosos que son los traficantes pierde el hilo, incapaz de creer lo que está explicando. "¿Sabes por qué no me he acordado de esa patraña? Porque esa es la razón por la que la gente se droga. Todo es tan asqueroso que solo quieren olvidarse y volverse adictos." En el escenario que plantea la película, las supuestas soluciones al problema de la adicción no son más que otro agente provocador de la misma. La misma policia empuja a sus agentes a convertirse en adicto, caso del protagonista (un Keanu Reeves que digitalizado gana en expresividad).
Es deprimente el viaje del prota, un poli infiltrado con la misión de vigilarse a sí mismo (nadie, ni sus superiores conocen el aspecto real de sus agentes infiltrados. Saben que en esa casa hay uno de los suyos, pero no saben quién es. ¿Que cómo es posible? ¡Ved la peli y lo sabréis!) en el colmo de la paranoia. Un pobre hombre que en ningún momento tiene ningún control sobre lo que ocurre a su alrededor. Y menos aún sobre lo que le ocurre a él mismo. El mundo entero es el enemigo, parece querer decir esta historia. Y no somos, como el prota, más que marionetas, sin posibilidad de escapar. Incluso el último acto rebelde del personaje de Keanu, el final de la película, no deja de ser la confirmación de que es una simple marioneta bien enseñada. Triste y oscura la peliculilla, sí. Aunque te pases más de la mitad riéndote.
Un aspecto diferente, una historia potente y sincera, actores sólidos (hasta Winona, que normalmente me provoca sarpullidos está aceptable en su papel, y lo de Robert Downey Jr. es simplemente tremendo), temática adulta y un punto de vista poco convencional. Habría puesto la mano en el fuego por que se convertiría, como mínimo, en una película de culto de inmediato. A ver si ahora que la editan en DVD tiene más suerte. Puede que sea la adaptación más literal posible del universo dickiano, y solo por eso merece, al menos, una oportunidad.
Resumiendo muy mucho: Una mirada a la oscuridad es la historia de un policía de narcóticos infiltrado en el mundillo yonki. Pero en vez de una peli de acción, lo que tenemos en esta adaptación (y en la novela original) es un retrato casi costumbrista de dicho mundillo. Dick hablaba de lo que conocía, y Una mirada a la oscuridad es una de sus novelas más sinceras y personales. En su etapa freak, Dick vivió tal y como viven los personajes, compartiendo vivienda entre yonkis y colgados, siendo él mismo uno de ellos. La mayoría de diálogos y locuras de la película tienen su origen ahí. El casi accidente de coche, los coqueteos con traficar, la novia a la que no interesa el sexo, la sospecha de tener un policía infiltrado entre ellos, la sombra del centro de desintoxicacción... Hasta la demoledora lista de damnificados por las drogas que aparece al final de la película es real. Adivinad quién es el Phil de los daños pancreáticos permanentes... Todas esas cosas extrañas que ocurren en la película las vio Dick con sus propios ojos. Algunas las vivió en primera persona. Para alguien que espere algo parecido a las anteriores adaptaciones de Dick será chocante esta aparente sucesión de escenas de colgados diciendo y haciendo locuras.
Aunque muchas de las escenas, con esos diálogos desquiciados, son realmente cómicas, la sensación que se impone según transcurre la historia es la de desesperación. La sensación de que no hay salida se intuye ya desde el principio, cuando el poli, dando una conferencia sobre lo malas que son las drogas, y lo malvados y avariciosos que son los traficantes pierde el hilo, incapaz de creer lo que está explicando. "¿Sabes por qué no me he acordado de esa patraña? Porque esa es la razón por la que la gente se droga. Todo es tan asqueroso que solo quieren olvidarse y volverse adictos." En el escenario que plantea la película, las supuestas soluciones al problema de la adicción no son más que otro agente provocador de la misma. La misma policia empuja a sus agentes a convertirse en adicto, caso del protagonista (un Keanu Reeves que digitalizado gana en expresividad).
Es deprimente el viaje del prota, un poli infiltrado con la misión de vigilarse a sí mismo (nadie, ni sus superiores conocen el aspecto real de sus agentes infiltrados. Saben que en esa casa hay uno de los suyos, pero no saben quién es. ¿Que cómo es posible? ¡Ved la peli y lo sabréis!) en el colmo de la paranoia. Un pobre hombre que en ningún momento tiene ningún control sobre lo que ocurre a su alrededor. Y menos aún sobre lo que le ocurre a él mismo. El mundo entero es el enemigo, parece querer decir esta historia. Y no somos, como el prota, más que marionetas, sin posibilidad de escapar. Incluso el último acto rebelde del personaje de Keanu, el final de la película, no deja de ser la confirmación de que es una simple marioneta bien enseñada. Triste y oscura la peliculilla, sí. Aunque te pases más de la mitad riéndote.
Un aspecto diferente, una historia potente y sincera, actores sólidos (hasta Winona, que normalmente me provoca sarpullidos está aceptable en su papel, y lo de Robert Downey Jr. es simplemente tremendo), temática adulta y un punto de vista poco convencional. Habría puesto la mano en el fuego por que se convertiría, como mínimo, en una película de culto de inmediato. A ver si ahora que la editan en DVD tiene más suerte. Puede que sea la adaptación más literal posible del universo dickiano, y solo por eso merece, al menos, una oportunidad.
3 comentarios:
Para mí sí es una de las películas del año, y el que no lo sea para el gran público es más que probable que se deba a una deficiente distribución. No es comprensible que una peli con Keanu Reeves, Winona Ryder, Woody Harrelson y Robert Downey Jr se estrene sin doblar en cuatro cines de Madrid y Barna...
Sobre la película, he de decir que me parece una adaptación más que fiel del libro, la estética me encanta y no es tan cantosa como cuando se pretende pasar de un lenguaje a otro con el simple fin de epatar *cough*Sin City*cough*
Una interesante película que se vió perjudicada por el mismo formato que pretendía ser el reclamo ("¿no se podrá ver en algún cine la peli sin distorsinar?" me llegaron a decir).
Si ya de por sí es compleja, esa nueva imagen no la hace más accesible. Por eso, creo yo, que no cuajo a pesar del elenco.
Que casualidad, Juanma. He visto la película justamente hoy, y de repente veo que tu blog habla sobre ella, jeje. La verdad que yo esperaba que me gustase más... Quizás, como dices, la adaptación del universo dickiano es demasiado literal y me resultó un poco desasosegante. Imagino que también ayudó que el dvd decidiera tocar las narices y tuviera que acabar viendo la peli en el ordenador...
Pero aún esperando más de ella, está bien, si señor. Visualmente es sorprendente, no tenía claro cuál podía ser el resultado pero desde luego es muy bueno.
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