26.3.06

Sinsentido


No sé bien cómo ha llegado ésto a mis manos. Tampoco sé qué quiere decir. No tiene título y juraría que le faltan cosas. La firma es JMMG, y ahí va.



Derecha, izquierda, derecha, izquierda, un pie, otro pie. Un paso. Otro. Otro. Arrastrando los pies porque caminaba sin ganas. El camino era largo. ¡Joder si lo era! A eso se reducía todo: Moverse para no estar quieto y parar de vez en cuando para descansar y cambiar de hábitos.
Caminaba, decía, sin ganas. Eso era lo que hacía. Aunque a vaces charlaba con la gente que se encontraba; en realidad no muy a menudo. Sólo cuando encontraba a alguien.

"... al fin y al cabo era solo una cadena y,
como todas las cadenas, unía dos
extremos que, de otro modo, estarían separados.
Estaba formada, como todas las cadenas,
por una serie finita de anillos entrelazados
(si un anillo une, una cadena más que unir engancha..."


Polvo, polvo, polvo, un paso, otro, otro, otro y, de repente, una voz a su espalda:
-¡Eh, Tío mierda...!
-¿yo?
-Sí, tú. ¿Ves a alguien más por aquí? Imbecil de mierda... ¿Quién coño eres?
-Er... yo...
-Está bien. Te llamaré mierda, porque es lo que pareces.
-Oye...
-Ni oye ni pollas, mierda. se te ve en la cara. Eres un mierda igual que todos los mierdas con los que he cruzado la mirada en los últimos meses. En este camino solo hay mierdas.
-¿Has visto a muchos?
-¿Muchos qué?
-Mierdas.
-Todos. Todos son mierdas. Este camino da asco.
Polvo, polvo, polvo y más polvo. La voz se aleja.
-Mierda de vida...

"Los extremos, como extremos que eran,
tiraban cada uno hacia su lado.
Y la cadena, como todas las cadenas,
acabó por quebrarse. Es parte de la ironía
implícita en toda cadena: Hechas para unir
y consiguiendo separar..."

s
A veces veía cosas tiradas por ahí, en el suelo. En mitad del camino, en mitad de la nada. Cosas, suponía, que la gente que pasó por allí antes que él había abandonado. O perdido. O superado. O algo.
Fotografías, monedas, peines, velas casi gastadas, anillos, botellas vacías, diarios, espejos rotos, golosinas, algunos pedacitos de alma... Pero no curioseaba. No se sentía a gusto estudiando cosas que estaban allí porque habían pertenecido a alguien. Tal vez habían significado mucho para alguien, y se sentía obsceno violando ése tipo de intimidad.

"... La cuestión sería: ¿Qué anillo no aguantó la presión?
¿Estaba en el centro dela cadena o escorado
hacia un extremo? Es importante.
Cuando está escorado uno de los extremos acaba cargando
con una enorme y pesada nada con forma y peso de cadena rota
(Cuando algo pierde su esencia se convierte en nada.
Un peso muerto. Una jodida molestia)

El otro extremo, para compensar un poco, vuela libre."


-Eh, mierda...
-Hola. Cuánto tiempo.
-No el suficiente. Sigues dando asco. ¿Cómo te va la vida?
-Bueno... transcurre...
Un paso...

Fin

Lo que decía. Incomprensible, ¿verdad?. Ah! La foto es cortesía del gran Siul.

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