Amigos, cerveza, más cerveza, camareros conspirando contra vuestro servidor, alguna película y más cerveza. Sí, esto es Sitges. Locuras de Ferrara, descontrol organizativo y numeritos de circo incluído. Ahí va, en pildoritas.
-Transsiberian: Eterna. Relata un viaje en tren de siete días, y casi está rodada en tiempo real. En serio, interminable y sosa, y con un Eduardo Noriega poniendo acento sudamericano en sus morcillas en castellano, pese a interpretar a un tipo nacido en Barcelona. Al menos muere, pero ni eso anima la historia. Eso sí, Kingsley sobresaliente, y Woody Harrelson, pese a que me repele, no está mal del todo.
-Transsiberian: Eterna. Relata un viaje en tren de siete días, y casi está rodada en tiempo real. En serio, interminable y sosa, y con un Eduardo Noriega poniendo acento sudamericano en sus morcillas en castellano, pese a interpretar a un tipo nacido en Barcelona. Al menos muere, pero ni eso anima la historia. Eso sí, Kingsley sobresaliente, y Woody Harrelson, pese a que me repele, no está mal del todo.
-Monster x strikes back: Attack on the G8 summit: Toda una lección de cómo ganarse al público la que dieron el director y el productor de esta película, sí señor: Presentarse con un gorro de Mothra y con un discurso escrito en catalán en el que afirman sin pudor que su película no tiene ningún tipo de mensaje y que es para pasarlo bien es un billete seguro para meterse al respetable en el bolsillo. ¿La peli? Hombre, una película que trata sobre un pollo gigante que decide atacar la tierra en plena cumbre del G8, con un trasunto de Sarkozy tirando tejos a diestro y siniestro mientras los demás presis de los paises más poderosos del mundo intentan salvar el mundo con planes cada vez más chorras, no puede ser aburrida.
-The Sky Crawlers: Preciosista cinta de animación leeeenta como ella sola, con eternos silencios, empeñada por transmitir un mensaje "profundo" y con eventuales explosiones de acción en forma de combates aéreos. Espectaculares, sí, pero lo que predomina son los tiempos muertos y los diálogos tirando a espesos. Seguramente es una muy buena película, pero no era lo que el cuerpo pedía, y se me hizo aburrida.
-Rocknrolla: Incidente Ferrara aparte (ya lo contará el verdadero protagonista, yo solo fui testigo), y con el mismo Ferrara (con rubia al lado pero sin botella. Igual por eso solo aguantó 20 minutos de proyección...), el regreso de Guy Ritchie a los bajos fondos londinenses no muestra nada nuevo, pero resulta adecuadamente potente y cachonda. Y tiene un par de escenas (especialmente una persecución) directamente antológicas.
-Ponyo, on the cliff by the sea: Comienza y piensa "vaya cosa más ñoña me voy a tragar". Acaba y estás con los ojos húmedos y pensando "¡Qué bonito! ¡Se quieren!" y no puedes sacarte la cancioncilla final de la cabeza en toda la tarde. La magia de Miyazaki en estado puro. ¿Que es una peli infantil? Como si me importara... Además, es todo tan bello...
-JCVD: La gran revelación (para mi). Esperaba ver a Van Damme autoparodiándose, y seguramente solo con eso me habría conformado, pero ésto es algo mucho más grande. Ese primer plano secuencia con JC repartiendo hostias de todos los colores que acaba en anticlímax, esa mirada de derrota ("lo siento, le han dado el papel a Steven Seagal"), esos topetazos de humor descacharrantes, esa secuencia ya mítica en la que destroza la cuarta pared y se sincera con la audiencia para luego volver a la película, aun secándose las lágrimas de los ojos... Un acto de pornografía emocional ficcionada tremendo.
-El incidente REPO! fue de vergüeza ajena. Tanto que pese a las ganas que le tenía a la película me alegré de no asistir. Lo peor es que se repitió el numerito con otro par de películas, según contaban. ¿Va a ser esa la tónica predominante en próximas ediciones del festival? Si es así vamos mal.
-Pero aún peor fue el putadón que le hicieron a Franciso Calvello (un tipo estupendo, por cierto) a costa de su corto Santiago de Sangre. Situaos: Auditori del Melià, cinco de la tarde. Proyectan Ponyo, o sea que en la sala no cabe un alfiler. "Pero antes de la película vamos a poder ver un corto: Santiago de Sangre. Os dejo con el director". Y tras la presentación de Calvello, con todos dispuestos a ver el corto... comienza Ponyo. ¿Y el corto? Con suerte lo proyectarían al final de la película. Con la sala vacía, por supesto.
-Por supuesto, los mejores momentos del festival tuvieron lugar en los bares. Gran compañía, cerveza regulera y camareros que, por alguna extraña razón, me odiaban. No voy a dar nombres (de amigos. Los camareros que me odiaban eran todos los del pueblo, escoged al que queráis), porque ya sabéis todos quién sois, pero ha sido estupendo. Gracias!