23.3.10

Cuando los vampiros molaban

Porque ahora no molan nada, eso lo sabemos todos. Pero por suerte siempre quedan los libros escritos antes del advenimiento de los consoladores en letra que todos conocemos, como Sueño de Fevre, del hoy megafamoso (y el año que viene con el advenimiento de la serie más aún) George R. R. Martin, un señor que por increíble que parezca ya escribía antes de ponerse con la Canción de Hielo y Fuego. Más aún, escribía ya pequeñas obras maestras (Muerte de la luz, o esta misma Sueño de Fevre, o ese increíble relato llamado Los reyes de la arena, seguramente el mejor híbrido ciencia ficción-terror jamás escrito).

Sueño del Fevre es una novela de vampiros ambientada en el Misissipi del 1857, una historia de barcos de vapor y vampiros, que aunque no es puramente de terror, contiene esta diatriba de uno de los personajes que se me antoja una carta a través del tiempo de un vampiro de los de verdad a uno de los que abundan hoy día. Además de aportar un par de claves para entender por qué funcionan tan bien como icono del miedo (por aquello de sacar a la luz lo que intentamos ocultar, o algo...)

"El ganado no es más que ganado (...). Puede que el ganado tenga otra opinión, pero eso no tiene por qué preocupar al capitán, pues es superior a la vaca. Matar y comer está en su naturaleza, igual que en la de la vaca está morir y ser comida. Ya ves, Joshua; en realidad, la vida es muy sencilla.
Tu error viene de haberte criado entre vacas, que te han enseñado a no consumirlas. Hablas del mal. ¿Dónde has aprendido ese concepto? De ellos, claro, del ganado. Bien y mal son palabras del ganado; palabras vacuas y destinadas únicamente a preservar sus insignificantes vidas. Viven y mueren temiéndonos a nosotros, sus superiores naturales. Los perseguimos hasta en sus sueños, de modo que buscan consuelo en los embustes e inventan dioses que tienen poder sobre nosotros; quieren creer que el crucifijo y el agua bendita nos mantienen a raya.
Tienes que comprender, querido Joshua, que no existen el bien y el mal; solo la fuerza y la debilidad, los amos y los esclavos. Te desasosiega su moralidad, su culpa, su vergüenza. Qué tontería. Son sus palabras, no las nuestras. Hablas de un nuevo comienzo, pero ¿qué vamos a empezar? ¿Seremos como el ganado? ¿Nos quemaremos bajo el sol? ¿Trabajaremos en lo que podamos? ¿Nos arrodillaremos ante sus dioses? No. Son animales, son nuestros inferiores naturales, nuestra hermosa presa. Así están las cosas.
(...)
Que el ganado cree vida, belleza, lo que guste; nosotros nos apoderaremos de sus creaciones, las utilizaremos o las destruiremos si nos place. Así son las cosas. Somos los amos, y los amos no trabajan. Que ellos confeccionen trajes, nosotros nos los pondremos. Que construyan barcos de vapor, que nosotros viajaremos en ellos. Que sueñen con la eternidad y nosotros la viviremos, nos beberemos sus vidas y saborearemos su sangre. Somos los amos de este mundo; ese es nuestro legado, o nuestro destino si así lo prefieres, mi querido Joshua. Regocíjate en tu naturaleza, no trates de cambiarla. El ganado que nos conoce de verdad nos envidia; si tuviera la posibilidad, cualquiera de ellos escogería ser como nosotros. ¿No te has preguntado nunca por qué su Jesucristo ordenó a sus discípulos que bebieran de su sangre para vivir eternamente? Se mueren por ser como nosotros, igual que los morenos sueñan con ser blancos. Para creerse amos, llegan al punto de esclavizar a los suyos."

21.3.10

En defensa de los derechos fundamentales en internet

Ante la inclusión en el Proyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticasauspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

14.3.10

Cuando todo encaja y es perfecto y encima mola











¿Que a qué viene ésto? Info aquí. Pero por dar algún dato, Metric serán este verano The Clash at Demonhead, la banda más molona del universo conocido. Y Scott Pilgrim conquistará el mundo.

11.3.10

Los Muertos, la novela

"Nueva York, 1995. Un barrio en las estribaciones de la parte alta de Manhattan; ocho manzanas de edificios; cuatro; dos; una; en su lateral izquierdo: un callejón sin salida y, en él, un charco"

Lo primero que choca de esta novela, más si conoces la obra anterior de Jorge Carrión, es la velocidad. Tanta que casi aturde hasta que le coges el punto. Cambios de escenario, personajes, situaciones que se suceden sin solución de continuidad, sin un cambio de párrafo que nos avise de que todo es distinto desde la frase anterior. A toda velocidad hasta que de repente se detiene en algún detalle, un gesto, o un sonido de fondo. Y entonces acelera otra vez. Todo seco y directo. Y todo resulta algo extraño hasta que te das cuenta de lo que intenta (ALERTA! SPOILER!: y en mi opinión consigue en gran medida) el autor. Que es trasladar al lenguaje literario el audiovisual. Convertir fundidos en negro en cambios de párrafo, hacer zooms a base de palabras como las que encabezan este post. Trasladar la narrativa cinematográfica, o más bien la de las teleseries de última hornada, esas que conocemos todos, a la literatura.

Un misterio de largo alcance a lo Lost, un montón de giros de guión, personajes atormentados y carismáticos... Sí, es justo lo que parece, y engancha como engancha una serie bien hecha. Y entonces la novela se detiene y decide que es momento de reflexionar. Que no todo lo que quiere contar la novela es la historia de esos personajes amnésicos que aparecen en callejones recónditos de esa extraña New York situada en unos EEUU en los que Hillary Clinton es la primera presidenta afroamericana, por atractiva y adictiva que sea dicha historia. Los Muertos quiere ser más que eso.

Los Muertos pretende, una vez nos tiene agarrados y en tensión, reflexionar sobre el mundo. El mundo en que vivimos, el mundo de internet, de los fenómenos de masas, de fans y redes sociales, de saturación y de las extrañas relaciones que se establecen en ese (este) mundo. Reflexión a partir de la acción, aclaro, no encontraremos ninguna parrafada profundísima y espesa pero reveladora, sino personajes que hacen, actúan, se relacionan y escriben desde la ficción para explicar la realidad. Esas frases directas y en apariencia secas se revelan en planos llenos de detalles como salidos de Los Soprano. Los significados y las interpretaciones se multiplican, la peripecia del recién llegado amnésico a esta oscurísima New York que busca recuperar su memoria se convierte en algo más. De la misma manera que una isla en la que ocurren cosas raras puede servir para reflexionar sobre el genocidio o la redención.

Es una novela, resumiendo, con varios niveles de lectura, tantos que ya se han referido a ella como "tour de force post-moderno", "novela crepuscular", "novela freak sobre la guerra civil". No falta razón, todo eso está en la novela (aunque no se nombre ni una sola vez, ni implícita ni explícitamente la guerra civil), y a todo ello habría que añadir el que sea tan malditamente entretenida, incluso sutilmente cachonda en según que momentos (pienso en el final, sobre todo). Como buena novela de la época Lost, la complejidad no está para nada reñida con el entretenimiento. Los Muertos es una muy vistosa hija de su tiempo.

Y el hecho de que alguien como Javier Marías se haya esforzado tanto en malinterpretar declaraciones de Carrión para correr a insultarle, en las páginas de El País, nada menos, no debe ser visto más que como otra señal de un relevo seguramente generacional que ya venía haciendo falta. Es normal que alguien que presume de despreciar internet no haya comprendido nada de nada, ni la campaña de videos virales que precedió al lanzamiento del libro ni el libro en sí, que precisamente habla sobre esos temas. Lo que sí es preocupante es que a Carrión no se le permita ejercer el derecho a réplica, pero igual eso ya es otro tema.