12.10.06

Una cosa lleva a la otra... (II)

2. Discordianismo: La Única Religión Verdadera

"Una versión del zen hecha por los hermanos Marx"
R. A. Wilson, sobre el discordianismo en El Martillo Cósmico

Una tarde cualquiera de 1958, en algún lugar de la soleada (a veces) California, dos tipos se encontraban tranquilamente arreglando el mundo en una bolera cuando se paró el tiempo. Greg Hill y Kerry Thornley, que así se llamaban lo individuos, observaron atónitos cómo los bolos se detenían a medio caer y cómo la gente quedaba paralizada. Incluso el reloj detuvo su marcha. Todo excepto ellos.

Entonces entró en la bolera un mono con un pergamino bajo el brazo. Se dirigió hacia ellos y les dijo: "Caballeros, ¿por qué la Luna de Pickering va al revés en su órbita? Caballeros, hay pezones en vuestros pechos; ¿acaso dais leche? ¿Y Caballeros, qué se puede hacer con la ley de Heisemberg?" Hizo una pausa. "¡ALGUIEN TUVO QUE PONER TODA ESTA CONFUSION AQUI!"

A continuación, el mono explotó, y todo volvió a la normalidad, salvo que, a partir de esta revelación, los dos iluminados crearon una nueva y caótica religión, el discordianismo, una broma complicadísima disfrazada de religión o una religión disfrazada de broma complicadísima, dependiendo de a quién preguntes. Porque una religión con semejante punto de partida puede ser cualquier cosa menos seria...

"Cuando tenía ocho o nueve años conseguí una revista de destape. Imagínense mi decepción cuando al examinar las fotos con el microscopio solo veía puntos"
Principia Discordia

La idea es confundir y molestar, y para conseguirlo vale igual enviarle un telegrama a Jehová despidiéndole de su curro como Dios por incompetente que prohibir comer perritos calientes (es uno de los mandamientos discordianos...) para, a continuación, requerir "que un Discordiano durante su pronta Iluminación se Aleje Sólo y Disfrute de un Perrito Caliente en Viernes; esta Ceremonia Devota se dirige contra los Paganismos Populares del Día: la Cristiandad Católica (nada de carne en Viernes), del Judaismo (nada de carne de Cerdo), de los Hindúes (nada de carne o carne de vaca), de los Budistas (nada de carne de animales), y de los Discordianos (nada de Perritos Calientes)" (otro de los mandamientos). ¿Contradictorio? Bueno, un discordiano siempre debe estar preparado para rebatir sus propios argumentos. La ventaja es que un discordiano sabe que, de la misma manera que sus creencias no son del todo verdaderas, las demás tampoco lo son.

"La realidad la tienes delante, pero todo lo que SABES de ella está en tu mente y a tu disposición para que hagas con ella lo que quieras. La conceptualización es un arte, y TÚ ERES EL ARTISTA.

La convicción crea convictos.
"
Principia discordia

Adorar a Eris, (o Discordia), diosa griega (o romana) del caos y la confusión, tener al emperador Norton como santo, celebrar el cumpleaños de Harpo Marx como fiesta religiosa, considerar el Pentágono un santuario (una ley fundamental discordiana es "Imposición del Orden=Escalada del Caos"), poder nombrarse uno mismo obispo, cardenal o incluso Papa discordiano sin pedir permiso a nadie, burlarse de los dogmáticos de cualquier clase... ¡Por fin una religión en la que puedo confiar!

Si queréis iluminaros, no lo dudéis, leed su libro sagrado, el Principia Discordia, o Cómo Encontré a la Diosa y lo que le Hice Cuando La Encontré (pinchando aquí lo tenéis en castellano pero incompleto. Aquí en inglés y completito). Incluye el telegrama a Jehová...

Y no me echéis la culpa a mi. La tiene Robert Anton Wilson. En la próxima entrada explico por qué. Lo prometo.

"Un discordiano tiene prohibido creer en lo que lee" (V mandamiento discordiano)


2 comentarios:

el foliot rojo dijo...

Jajaja muy bueno Juanma. Creo que voy a dejar el catolicismo para hacerme discordiano: parece un rato más divertido...
Cuando tenga un poco de tiempo leeré con detenimiento esos documentos que nos recomiendas y a lo mejor me convierto.

Juanma Sincriterio dijo...

Je, pues ya me contarás cuando lo leas, estoy seguro de que te reirás un rato. Y conviértete, hombre, conviértete. ¿Qué otro sistema de creéncias te anima a ser Papa o sumo sacerdote de buenas a primeras?
De todas formas si dudas dímelo. Existe un método infalible para convertir a los infieles...