Continúo con el repasillo de algunos de los últimos cómics que he devorado.
Sleeper es lo primero que leo del guionista Ed Brubaker, el responsable de la última y muy publicitada muerte del Capitán América. Y qué queréis que os diga: Desde ya estoy a la caza y captura del resto de tebeos escritos por este hombre.
Los tres tomitos de Sleeper (el cuarto y último caerá pasado mañana, lo presentan en el Salón) están plagados de gente con superpoderes, pero no es ni de lejos una típica historia superheróica. Más bien es una potentísima historia de espías. Un agente, Carver, infiltrado en una organización terrorista en una operación ultrasecreta. Que además sale mal: El único que conoce todos los detalles de la operación es un individuo que está en coma. Así que Carver está completamente solo y sin oportunidad alguna de recuperar su vida, condenado a vivir en una mentira que, poco a poco, le hará dudar de todo. Una historia tremenda, llena de trampas, engaños y traiciones, en la mejor tradición de la literatura negra, redondeada por un dibujo adecuadamente oscuro y seco. Un gran tebeo, de verdad.
A Warren Ellis, en cambio, ya llevo un tiempo siguiéndole, y casi nunca falla. Ocean toca algunos de los temas más clásicos de la ciencia ficción (el primer contacto con una raza alien, el Gran Y Misterioso Cacharro Encontrado En El Espacio...). No es que suponga una revolución, ni que sea una obra maestra, pero es un tebeo la mar de entretenido. La historia es sólida, y no cae en demasiados tópicos. Además, el dibujo es espléndido, grandioso cuando la ocasión lo merece pero si olvidarse en ningún momento de narrar la historia. Vamos, no es tan tremendo como otros tebeos de Ellis (no alcanza la brillantez de Transmetropolitan, ni el derroche de salvajismo de The Authority), pero sí un tebeo muy pero que muy disfrutable. Ciencia ficción ligera, pero de calidad.
Agujero negro (nunca os estaré demasiado agradecido por la recomendación, Felideus y Foliot) es harina de otro costal. De lo mejor que he leído últimamente, aunque seguramente no apta para estómagos sensibles, la historia que nos cuenta Charles Burns es absolutamente descorazonadora. Una plaga que se extiende entre los adolescentes, convirtiéndolos en seres deformes, casi monstruos (¿Qué visión enfermiza tiene Burns del paso de la adolescencia a la madurez?), sin cura posible, condenando a los afectados a ser parias, condenados al desprecio más absoluto... Duro, a ratos desagradable, y sin resquicios para la esperanza, Agujero negro es brutal. Leedlo, si es que no lo habéis hecho ya.
Sleeper es lo primero que leo del guionista Ed Brubaker, el responsable de la última y muy publicitada muerte del Capitán América. Y qué queréis que os diga: Desde ya estoy a la caza y captura del resto de tebeos escritos por este hombre.
Los tres tomitos de Sleeper (el cuarto y último caerá pasado mañana, lo presentan en el Salón) están plagados de gente con superpoderes, pero no es ni de lejos una típica historia superheróica. Más bien es una potentísima historia de espías. Un agente, Carver, infiltrado en una organización terrorista en una operación ultrasecreta. Que además sale mal: El único que conoce todos los detalles de la operación es un individuo que está en coma. Así que Carver está completamente solo y sin oportunidad alguna de recuperar su vida, condenado a vivir en una mentira que, poco a poco, le hará dudar de todo. Una historia tremenda, llena de trampas, engaños y traiciones, en la mejor tradición de la literatura negra, redondeada por un dibujo adecuadamente oscuro y seco. Un gran tebeo, de verdad.
A Warren Ellis, en cambio, ya llevo un tiempo siguiéndole, y casi nunca falla. Ocean toca algunos de los temas más clásicos de la ciencia ficción (el primer contacto con una raza alien, el Gran Y Misterioso Cacharro Encontrado En El Espacio...). No es que suponga una revolución, ni que sea una obra maestra, pero es un tebeo la mar de entretenido. La historia es sólida, y no cae en demasiados tópicos. Además, el dibujo es espléndido, grandioso cuando la ocasión lo merece pero si olvidarse en ningún momento de narrar la historia. Vamos, no es tan tremendo como otros tebeos de Ellis (no alcanza la brillantez de Transmetropolitan, ni el derroche de salvajismo de The Authority), pero sí un tebeo muy pero que muy disfrutable. Ciencia ficción ligera, pero de calidad.
Agujero negro (nunca os estaré demasiado agradecido por la recomendación, Felideus y Foliot) es harina de otro costal. De lo mejor que he leído últimamente, aunque seguramente no apta para estómagos sensibles, la historia que nos cuenta Charles Burns es absolutamente descorazonadora. Una plaga que se extiende entre los adolescentes, convirtiéndolos en seres deformes, casi monstruos (¿Qué visión enfermiza tiene Burns del paso de la adolescencia a la madurez?), sin cura posible, condenando a los afectados a ser parias, condenados al desprecio más absoluto... Duro, a ratos desagradable, y sin resquicios para la esperanza, Agujero negro es brutal. Leedlo, si es que no lo habéis hecho ya.
2 comentarios:
Juanma, chico, cuántos tebeos lees. Yo tomo nota pero aquí es difícil encontrar muchas cosas y el presupuesto tampoco da para todo jeje.
Me alegro de que te gustara "Agujero negro". Es muy bueno, y muy duro, ¿eh?
Pues sí. Y espérate, que acabo de sobrevivir al Salón del cómic. Esto puede elevar el vicio a niveles jamás vistos antes XD
"Agujero negro" es brutal, me ha encantado. Gracias de nuevo por la recomendación.
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